Gazte Komunistak ante la muerte de Tirofijo

Se van los nombres, quedan las ideas

No pudieron con él, ha sido la Naturaleza y no el brazo armado del Imperialismo quien se lo ha llevado, como tampoco han podido en estos 44 años con la guerrilla más grande de América Latina

El pasado 25 de mayo las FARC-EP confirmaban la muerte de su líder, Manuel Marulanda,  comandante “Tirofijo”. Al parecer, éste habría muerto el 26 de marzo junto a sus compañeros de un infarto. No pudieron con él, ha sido la Naturaleza y no el brazo armado del Imperialismo quien se lo ha llevado, como tampoco han podido en estos 44 años con la guerrilla más grande de América Latina, pese a los ataques tanto directos (de los ejércitos colombiano y estadounidense y su cara fea, los  paramilitares) como indirectos, (de los medios diplomáticos y de comunicación tanto colombianos como internacionales).

Su muerte no tendrá repercusión sino en las esperanzas de cambio del campesinado colombiano que fue y está siendo desplazados por el gran capital que, amparado en el antidemocrático gobierno colombiano1, expolia, roba, masacra y desplaza de sus tierras y posesiones a pequeños agricultores, ganaderos e indígenas que han habitado esas tierras durante siglos viviendo de la producción colectiva y el comunalismo.

El pasado  26 de marzo murió una persona, pero no un proyecto político ni unas ideas para Colombia, que, en el marco de los cambios sociales que se están dando en América Latina pelea por la democratización de su sistema político y por la recuperación de los derechos más básicos para la ciudadanía por todos los instrumentos posibles.

Comité Nacional de Gazte Komunistak

Bilbao, 27 de mayo de 2008